El oro brilla para siempre con estos simples cuidados

Tus joyas de oro 18K no solo son hermosas, sino también una inversión que puede durar generaciones. Con estos simples cuidados, podrás mantener su brillo y esplendor como el primer día. Sigue estos sencillos consejos:

Limpieza suave es la clave

1. Prepara una solución tibia con unas gotas de jabón suave para platos.
2. Sumerge tus joyas por unos minutos.
3. Frota suavemente con un cepillo de cerdas suaves (un cepillo de dientes viejo funciona perfecto).
4. Enjuaga con agua tibia abundante.
5. Sécalas cuidadosamente con un paño suave y sin pelusa.

Evita el contacto con químicos

Quítate tus joyas de oro antes de aplicar lociones, perfumes o usar productos de limpieza. Estos pueden dañar el metal y opacar su brillo. El cloro de las piscinas y los jacuzzis también puede ser perjudicial, así que mejor déjalas en casa.

Guárdalas con cariño

Lo ideal es guardar cada pieza por separado en bolsas de tela suave o en sus estuches originales para evitar rayones. Así también, evita guardarlas junto con otras joyas que puedan ser más duras y causarles daños. Tener un joyero con compartimentos individuales es una excelente opción.

Protégelas contra el calor y la luz

La exposición prolongada al calor intenso o a la luz solar directa puede afectar el brillo del oro. Guarda tus joyas en un lugar fresco y oscuro.

Revísalas periódicamente:

Lleva tus joyas de oro a un joyero profesional al menos una vez al año para una limpieza profunda y una revisión de los engastes y cierres. ¡Prevenir es mejor que lamentar!

Con estos cuidados básicos, tus joyas de oro seguirán deslumbrando y contarán tu historia por muchos años más. ¡Consiéntelas como se merecen!